Hola, soy Mila the cat, una gata amarillenta y pelirosa, de ojos ambar. Soy desconfiada y antisocial, pero me esfuerzo por ser simpática. Mi color favorito es el negro, y soy bastante callada. Hasta ahora, he ido de lugar en lugar, investigando, y me ha llevado hasta Mobius. Deseo olvidar ante todo, y no soñar. Soñar durmiendo, quiero decir. Solo tengo pesadillas y sueños extraños... y recuerdos... La sonrisa no es mi mayor compañera.No me apetece escribir más. Leed mi historia y sabreis mas de mi...El silencio de la noche la cubría. Y el corazón le latía mil por hora. Pero no importaba, se había desecho de ellos. Miró un momento los restos de chatarra, mientra plegaba su lanza en tres y se lo ponía en el cinturón de su pierna, bajo el pantalón. Se dio cuenta de que se le había caído la bolsa. La cogió con rapidez y la abrió con nerviosismo, temiendo haber perdido o roto algo. Todo estaba intacto. Y eso tan importante estaba a salvo con ella. Lo cogió con delicadeza, con mucho cariño. Un pequeño garito hecho con tela, no muy logrado, pero se notaba que quien la hubiese hecho se había esforzado. Era una muñeca que se parecía a ella. Nada mas que una muñeca de trapo. Para ella, un tesoro. Esa noche brillaba mucho. Ella no sabía por que brillaba cada noche, pero le gustaba, se sentía protegida junto a esa luz. Ese muñeco le traía buenos recuerdos, de un tiempo mas feliz. Pero la al vez, recuerdos dolorosos que daría todo por olvidar. Pero ya no importaba, lo hecho hecho estaba, y ella debía acoplarse a la realidad. Cuando la vida te ha puesto tantas zancadillas, ya no te importa volver a caerte. Volvió a guardarlo en su bolsa, y emprendió la marcha. No era la mas rápida ni la mas lenta, ni tenia ningún poder, pero al menos veía en las oscuridad con sus ojos de gata casi albina.
-Mobius ya esta cerca. Allí tal vez pueda empezar de nuevo... tal vez allí nadie sepa quien soy...-susurró.
Y aminoró la marcha. A ese ritmo, llegaría en plena mañana, que sería el mejor momento...
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